En emotivo acto, la ANEF y autoridades regionales conmemoran el legado de Óscar Ramos y las innumerables víctimas de la dictadura, inaugurando una placa que resalta la resistencia y el deber de preservar la memoria histórica
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incuenta años después del golpe militar, en un acto solemne en el edificio del Gobierno Regional de Los Lagos, la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF) rindió tributo a Óscar Orlando Ramos Garrido, ex intendente de Llanquihue, – y hasta hoy detenido desaparecido- y a todos los y las trabajadoras que sufrieron represión bajo la dictadura. Con presencia de autoridades, funcionarios públicos, representantes sindicales y defensores de derechos humanos, se inauguró una placa conmemorativa, recordando la resistencia, el compromiso y el desafío de mantener viva la memoria histórica.
Pamela Espinoza, Presidenta regional de la ANEF, expresó que cada 11 de septiembre nos remite a una profunda reflexión sobre nuestro pasado. Nos lleva a recordar y renovar compromisos en pro de la justicia, verdad y reparación. “Las palabras -dijo- a menudo son insuficientes para describir la brutalidad de esos tiempos, pero también nos recuerdan el esfuerzo constante por resistir y restaurar la democracia”. “ Bajo el bombardeo a La Moneda, se perdió nuestra vía pacífica y pluralista hacia el socialismo. Lo que siguió fue un proyecto estatal de terror, reemplazando nuestra identidad política y social con un régimen autoritario y violento. Desde el primer día, la dictadura intentó borrar la figura del presidente Salvador Allende y todo lo que representaba, buscando eliminar un período crucial de nuestra historia colectiva”
Pamela Espinoza finalizó sus palabras compartiendo el testimonio de Daniel Velázquez, quien en dictadura sufrió la pérdida de su abuelo, padre y tío a manos de carabineros en Palena. “Entre sus palabras, hubo una frase que me impactó: ‘A pesar de todo, soy feliz. Busco esa felicidad que les fue arrebatada a mis seres queridos y la vivo por ellos’. Este mensaje es para ti, Daniel, y para todos aquellos que aún esperan verdad, justicia y reparación.”
VOCES DE LA MEMORIA
Por su parte, Marta Elena Muñoz, ex presa política y antigua colaboradora de Oscar Ramos recordó su trabajo junto a él : “En aquel tiempo, yo servía en comisión en la secretaría de la Juventud de la intendencia. Fue allí donde conocí a Don Óscar Ramos. Más que un simple compañero, él era un referente: afable, sencillo, humilde, pero, sobre todo, profundamente comprometido con la causa del Gobierno de la Unidad Popular y Salvador Allende. Durante esos años trabajamos sin descanso. A pesar de las dificultades, seguíamos adelante con fervor. Para mí, es un honor haber compartido esos momentos y estar hoy aquí, recordando a Don Óscar” . En 1973, retorné a Osorno para continuar mis estudios, y perdí contacto con él. Aquellos tiempos previos al ’73 no eran sencillos. La carestía, el boicot, el desabastecimiento… todo nos hacían presagiar cambios, pero nunca imaginamos lo que vendría: un golpe de Estado y el dolor de perder a tantos, incluyendo a Óscar y a su hijo, Oscarito. Tampoco puedo olvidar a la señora Carmen, madre de Oscarito. Después de la desaparición, dedicó su vida a buscar a su familia, a su compañero y en especial a su hijo. Como madre, puedo imaginar su dolor”.
HOMENAJES Y COMPROMISOS
Uno de los momentos más simbólicos fue la inauguración de una placa en homenaje a Oscar Ramos y a todos aquellos trabajadores y trabajadoras que vivieron la represión y la vulneración de sus derechos durante la dictadura. En esta ceremonia estuvieron presentes, la Delegada Presidencial, Giovanna Moreira y el Gobernador Regional, Patricio Vallespín, quienes coincidieron en destacar el compromiso del Estado y el Gobierno con el respeto a los derechos humanos y en especial, con el programa de Búsqueda de los Detenidos Desaparecidos, así como con los sitios de memoria.
ANTECEDENTES: ÓSCAR RAMOS – UNA HISTORIA DE LUCHA Y COMPROMISO
Óscar Ramos, nacido el 17 de octubre de 1916 en Ñuble, fue militante del Partido Comunista. Nombrado intendente de Llanquihue por el Presidente Salvador Allende, desempeñó su cargo hasta el 09 de septiembre de 1973, cuando viajó a Santiago por motivos de salud, no regresando jamás. Con oficio de linotipista y radiotécnico, al igual que su hijo, Óscar Arturo Ramos Vivanco, luego del Golpe Militar siguió su militancia en clandestinidad formando parte del Comité Central del Partido Comunista.
El 5 de agosto de 1976, agentes de la DINA, la policía secreta de Pinochet, secuestraron a Oscar Ramos junto a su hijo, Oscar Ramos Vivanco. Un día antes, su cuñado Hugo Vivanco Vega y su esposa , Alicia Herrera Benitez, también fueron detenidos. Pocos días después, Nicolás Vivanco Herrera, su sobrino, correría la misma suerte. Todos ellos se convertirían en detenidos desaparecidos. Fueron trasladados al recinto clandestino de Villa Grimaldi. Pese a los testimonios que confirman su presencia allí y luego en el cuartel de Simón Bolívar, su rastro se perdió para siempre en este centro de exterminio de la dictadura.
JUSTICIA POSTERGADA: LA SENTENCIA
En 2021, casi cinco décadas después de estos hechos, la Corte Suprema confirmó una sentencia de 20 años de prisión para los cuatro agentes de la DINA involucrados en estos secuestros, subrayando la imposibilidad de prescribir delitos de lesa humanidad.
CARMEN VIVANCO: UN ICONO DE RESISTENCIA
Carmen Vivanco Vega (1916-2020), esposa de Óscar Ramos Garrido, simboliza la lucha incansable de muchas mujeres como ella, por la justicia y la verdad en Chile. Su vida se vio marcada por el compromiso social y la persecución política, pero 1976 representó el comienzo de su ardua búsqueda para conocer el destino de su esposo, su hijo y otros 3 familiares detenidos por la dictadura. Contribuyó a la fundación de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) y, hasta el final de sus días, Carmen se mantuvo firme en su búsqueda, sosteniendo: “Lo más probable es que me los mataron, pero yo no puedo vivir un duelo pues aún no veo sus cuerpos. La incertidumbre nuestra es eterna” (Fuente: Memoria Viva).