Con el objetivo de conocer el sentir de la comunidad respecto a transformar a la localidad de Alerce en comuna, la Municipalidad de Puerto Montt anunció que realizará la Consulta Ciudadana Alerce 2021 (CCA-2021). El proceso fue aprobado por unanimidad por los concejales este 25 de agosto.
La convocatoria es el sábado 16 y domingo 17 de octubre de 9 a 18 horas. Estará abierta a todos los vecinos mayores de 14 años. Todos ellos podrán votar en las 44 mesas ubicadas en diferentes establecimientos educaciones y sedes de organizaciones sociales de Alerce.
La principal motivación es, según el Alcalde Gervoy Paredes, que resulta imposible entregarle más recursos a Alerce con el presupuesto disponible en la comuna. Esto teniendo en cuenta además el constante crecimiento de la comunidad alercina.
La iniciativa cuenta con el respaldo comunitario de organizaciones como la Unión Comunal de Juntas de Vecinos Urbanas y Rurales. También la Unión Comunal de Juntas de Vecinos Reloncaví y representantes de pueblos originarios. Los clubes de Adultos Mayores, Agrupación Parroquial, entidades funcionales, territoriales, Consejo Vecinal de Desarrollo, CVD, entre otros.
Voces alercinas
Francisco Barrientos Presidente de la Junta de Vecinos de Vista los Volcanes, es uno de los vecinos que estuvo presente en la reunión. El dirigente espera que de convertirse en comuna, Alerce pueda mejorar su calidad de vida.
Espera que la localidad pueda contar con un mayor presupuesto. Que se creen empleos, especialmente, que se potencie la industria del turismo. El vecino también cuenta que espera que los futuros concejales y el futuro alcalde sean de la zona. “Para qué queremos de afuera, si aquí también hay mentes. También hay gente que sabe las necesidades, ¿quién lo sabe mejor? el dueño de casa”, señaló Barrientos.
Finalmente, identificó algunas de las necesidades más urgentes de los alercinos, como la ausencia de centros de salud y la falta de trabajo. Además de diferentes servicios básicos para los que actualmente deben trasladarse a Puerto Montt, proceso caro y demoroso. Además, la conectividad a la zona es muy deficiente.
Pocas personas conocen la realidad y las necesidades de la zona como este dirigente. Desde el inicio de la pandemia ha estado manejando una olla común con entregas a domicilio a aquellos más necesitados. Abuelos, personas cesantes o postradas. Se trata de un esfuerzo de toda la comunidad, que han debido sostener también muchas veces con sus propios recursos.
No es primera vez que este vecino participa de un esfuerzo así. Por el año 80 también realizó ollas comunes, en la población Libertad. “Trabajamos todos los días, de lunes a domingo a veces, y nadie nos paga pero lo hacemos con harto orgullo”, señaló.
Redacción: Manuela Barrueto
Fotografía: Manuela Barrueto