La Comisaría de Ancud: Un Sitio de Memoria en la Lucha por la Verdad y Justicia

La Declaratoria oficial como Sitio de Memoria marca un hito en la preservación de la memoria histórica y los derechos humanos en Chiloé
E

n un esfuerzo significativo por honrar la memoria histórica y fortalecer los derechos humanos, la Comisaría de Ancud ha sido oficialmente declarada como un “Sitio de Memoria”. Este proyecto, liderado por la Agrupación Prais de Ancud, busca reconocer y preservar los lugares marcados por episodios de represión y violaciones a los derechos humanos.

La iniciativa, que inició formalmente en 2021 marca un paso crucial en el reconocimiento y la conmemoración de los oscuros periodos de la historia chilena, particularmente durante la dictadura cívico-militar. La Primera Comisaría de Ancud, ahora reconocida no solo por su valor arquitectónico sino también por su significado histórico, fue escenario de detenciones arbitrarias, torturas, y otros actos inhumanos contra ciudadanos, incluyendo campesinos, obreros y militantes políticos.

El proyecto abarcó la preservación del inmueble, ubicado en la calle General Baquedano Nº 270, en Ancud  y la promoción de iniciativas educativas y conmemorativas. Estas acciones buscan mantener viva la memoria de los sucesos y las víctimas, proporcionando un espacio para la reflexión y el aprendizaje sobre el pasado del país.

El Consejo de Monumentos Nacionales, en su sesión del 17 de mayo de 2023, acordó modificar el decreto supremo Nº 535 de 2015, destacando atributos relacionados con la memoria y los derechos humanos.

La Agrupación Prais de Ancud junto con la Delegación Zonal de Chiloé del Colegio de Arquitectos de Chile, impulsó la necesidad de reconocer el valor histórico del sitio y su vinculación con la defensa de los derechos humanos.

El Consejo de Monumentos Nacionales, en su sesión del 17 de mayo de 2023, acordó modificar el decreto supremo Nº 535 de 2015, destacando atributos relacionados con la memoria y los derechos humanos. Espacios específicos como las caballerizas, calabozos y la peluquería, que sirvieron como centros de detención y tortura, ahora están protegidos y reconocidos por su importancia histórica.

La publicación de esta modificación el 13 de septiembre de 2023 refuerza el compromiso de Chile con la preservación de su historia, incluso de los capítulos más sombríos, y destaca la importancia de la memoria histórica en la construcción de una sociedad más justa y consciente.

El Valle Pitote y su Lucha Contra la Erosión: La Batalla de la Organización Defensora del Lago Chapo

En medio de la crisis ecológica que enfrenta el Valle Pitote, surge la labor de la organización Lago Chapo Libre, que lucha por la protección y conservación de un ecosistema único en la reserva nacional Llanquihue, en la región de Los Lagos.
E

l Valle Pitote se encuentra en un punto crítico: Atrapado entre la belleza natural y las secuelas de la intervención humana, este valle es parte integral de la reserva nacional Llanquihue y reserva de la Biosfera. Sin embargo, enfrenta una amenaza latente: la erosión retrógrada, acelerada por las actividades de la Central Hidroeléctrica de Canutillar. En este escenario, emerge como figura central la organización de defensa del Lago Chapo, un grupo dedicado a salvaguardar y revitalizar este ecosistema vital, encabezado por Jorge Acuña.

Acciones Decisivas de Lago Chapo Libre

El trabajo de la organización en defensa del Lago Chapo ha sido fundamental en la lucha por preservar el Valle Pitote y toda la zona afectada por la intervención de la central hidroeléctrica.  Desde 2018, sus miembros han visitado el valle regularmente, documentando y analizando los cambios en el cauce del río y el valle, producto de las fluctuaciones en el nivel del agua del lago Chapo. Sus esfuerzos han sido clave para entender la magnitud del daño ambiental y para sensibilizar al público y a las autoridades sobre la urgencia de tomar medidas.

Desde 2018, sus miembros han visitado el valle regularmente, documentando y analizando los cambios en el cauce del río y el valle, producto de las fluctuaciones en el nivel del agua del lago Chapo.

El valle, un ecosistema de bosques siempre verdes y biodiversidad única, ha sufrido transformaciones drásticas en su geomorfología a lo largo de las últimas décadas.

Desde la tala ilegal del alerce, el Valle Pitote ha estado bajo constante amenaza antropogénica. Pero es la erosión retrógrada, un proceso degradativo del cauce del río que se extiende desde las zonas bajas hacia arriba, lo que marca el punto crítico de su declive.

 

Un Llamado a la Acción

La organización ”Lago Chapo Libre”  no solo ha realizado estudios técnicos, sino que también ha liderado campañas de concienciación y ha colaborado con instituciones académicas, como la Escuela de Geografía de la UACH, para realizar levantamientos geográficos y estudios comparativos. Estos estudios han revelado un incremento alarmante en la zona afectada por la erosión, subrayando la necesidad de una intervención inmediata para proteger el valle.

La zona afectada, con un ancho de hasta 140 metros, revela un cementerio de árboles y un terreno socavado que evidencia la magnitud de la destrucción. Estudios comparativos realizados entre 2022 y 2023 muestran un aumento alarmante en la zona erosionada, lo que plantea serias preguntas sobre la sostenibilidad del valle y su ecosistema.

La organización ”Lago Chapo Libre”  no solo ha realizado estudios técnicos, sino que también ha liderado campañas de concienciación y ha colaborado con instituciones académicas, como la Escuela de Geografía de la UACH, para realizar levantamientos geográficos y estudios comparativos.

La labor de la organización se extiende más allá de la investigación. Han sido una voz activa en la denuncia de las prácticas dañinas y en la promoción de políticas de conservación. Su compromiso ha inspirado a la comunidad local y a otros grupos ecologistas a unirse a esta causa.

“Las Voces Bordadas: Memoria y Resistencia de las Arpilleras de Puerto Montt”

Entre Hilos y Recuerdos: La historia de cómo un grupo de mujeres en Puerto Montt, a través del arte de las arpilleras, mantienen viva la memoria colectiva y desafían el olvido, 50 años después del golpe militar en Chile.
D

esde la época del Comité de Cooperación para la Paz en Chile hasta la Vicaría de la Solidaridad, siempre inspiradas por la figura entrañable  de Violeta Parra, el arte de las arpilleras ha sido un baluarte en la lucha contra el olvido y por los derechos humanos.

En Puerto Montt, un grupo de doce mujeres revive esta tradición, bordando con hilos y telas los oscuros capítulos de la dictadura y las violaciones a los derechos humanos. A través de su arte, buscan sanar heridas, tanto personales como colectivas, y educar a nuevas generaciones para asegurar un futuro donde prevalezca la justicia, la memoria  y la dignidad.

El  Grupo  “Bordadoras de  Sueños”  está integrado por : Annemi Wehrmeister T. ; Juana Cárcamo C.; Olivia Rivera M., María Gallardo M.;  Patricia Saavedra C.; Rosa Foix C., Nora González A., Rosa Amaro V.; Alejandro Alvarado, María Eliana Perán y la coordinación de Sol Urrutia V.  Su punto de reunión es el Consultorio Antonio Varas en Puerto Montt y en el último tiempo  han hecho  presentaciones de sus trabajos en distintos puntos de la comuna y de la provincia.

Una tarde de jueves,  un día habitual de reunión, conversamos con ellas  y entre hilos y  bordados nos fueron tejiendo sus  historias, experiencias y  reflexiones.

TEJIENDO PAZ

“Desde siempre, me he sentido atraída por las texturas y los hilos”, confiesa Rosita F. Al recordar los 50 años del golpe, se sumergió en la lectura, conectando con su propia historia: “Aunque tenía sólo 12 años en ese entonces,  a través de los bordados encontré un medio para procesar y encontrar paz. Los hilos y colores representan no solo la oscuridad de aquellos días, sino también la esperanza y la luz, fundamentales en nuestro proceso de sanación.”

La importancia de preservar y transmitir estos recuerdos es vital para ellas. Aunque no todas experimentaron pérdidas directas, sienten una fuerte responsabilidad colectiva. “Fui invitada a ayudar a visibilizar la historia a nuevas generaciones. En mi familia, afortunadamente, no hubo víctimas directas de la dictadura, pero comprendo la importancia de compartir esta parte de nuestra historia”.

“Fui invitada a ayudar a visibilizar la historia a nuevas generaciones. En mi familia, afortunadamente, no hubo víctimas directas de la dictadura, pero comprendo la importancia de compartir esta parte de nuestra historia”.

EL ECO DE UNA TRAGEDIA

Para Rosa Amelia su motivo fue preservar  la memoria de una tragedia en  la provincia de Palena. Un padre y sus dos hijos hasta hoy desaparecidos: “El dolor de la familia Velásquez en Palena me impulsó a confrontar emociones que había guardado. Eran mis vecinos; incluso Raúl y yo íbamos juntos al colegio. Durante el golpe, estando cerca del lago Yelcho, desaparecieron, dejando un rastro de sufrimiento. Solo uno de los niños sobrevivió, y supe que el mayor fue asesinado. Aunque espero reencontrarlos algún día, no he tenido más noticias desde entonces.”

BORDADO COMO LEGADO

Para María también fue enfrentar una pérdida familiar “ En mi familia vivimos la desaparición de un ser querido. Mi tío, José Adalid Maldonado Velázquez, un hombre soltero, mayor y sin hijos, vivía en Palena cerca de un río. Era agricultor y poseía tierras y animales. Durante el periodo del golpe, desapareció sin dejar rastro.  Recuerdo cómo mi madre y padre viajaron a Palena en su búsqueda. A pesar de sus esfuerzos, nunca tuvieron noticias de mi tío. El Estado incluso se apoderó de sus propiedades. No sé si mi madre llegó a denunciar oficialmente su desaparición o si inscribió su nombre en algún registro. Es triste pensar que muchas desapariciones, especialmente de personas como mi tío, quizás nunca se denunciaron”

RECREANDO HISTORIAS

“Siempre he sentido una profunda admiración por Violeta Parra,  dice Olivia Rivera, y aunque nunca tejí o bordé como lo hacía mi madre, la palabra “arpillera” siempre evocó en mí una conexión especial. Hace 50 años, en mi último año de colegio, hice  un bolso de arpillera,  era mi bolso hippie”. Durante el golpe militar, ese bolso desapareció cuando los militares confiscaron libros y cualquier material con contenido educativo o crítico. Lo atesoraba, ya que era un recuerdo de mis días en el liceo de niñas de Osorno.

“Al enterarme de este curso de arpillera, me transporté mentalmente a aquellos tiempos y decidí recrear ese bolso, no para mí, sino como un legado para mis nietos. Como defensora de los derechos humanos, entendí la importancia y el propósito detrás de esta labor, especialmente en el 50° aniversario del golpe. No podíamos ser meros espectadores; teníamos historias que contar y emociones que compartir”

TEJIDO DE DERECHOS HUMANOS

“Soy Lorena. A los 8 años, presencié la detención y tortura de mi padre en la cárcel de Chin Chin. Esos momentos están profundamente grabados en mi memoria. La arpillera que tejí refleja un fragmento tangible de esa época: muestra a mi familia -mi hermano, mamá y yo- visitando a mi padre en prisión. Mis padres eran miembros del Partido Socialista. Aunque nunca milité, siento un vínculo innegable con la defensa de los derechos humanos, arraigado en mi historia y linaje.

“Para mí, tejer arpilleras no es solo un acto artístico, sino también una forma de inmortalizar mi legado familiar. Mientras trabajo en mis creaciones, mi familia se suma al proceso, ya sea aportando ideas o simplemente siendo testigos. A través de mis tejidos, puedo transmitir aspectos de nuestro pasado que quizás serían difíciles de entender solo con palabras”

Y los relatos se multiplican y se mezclan con  distintas vivencias: “ Cuando recientemente conmemoramos los 50 años de esos eventos en Llanquihue, un detalle en una arpillera, que mostraba la cámara de Rodrigo Rojas rodeada de velas y llamas, me trajo de vuelta todo el dolor de aquel día donde fue quemado por una patrulla militar junto a Carmen Gloria Quintana. Aunque vivo en Llanquihue y soy originaria de Puerto Montt, siempre siento la necesidad de volver a estos lugares, pues el mensaje detrás de estas historias es demasiado poderoso para olvidar”.

RECUERDOS BORDADOS.

“ En mi caso personal, dice Nora,  tuve un primo que sufrió mucho a manos de la dictadura. Lo torturaron y golpearon de manera brutal. Después de pasar varios días en el hospital, lamentablemente falleció aquí en Puerto Montt. Su apellido era González y descansa en el cementerio general. Mi padre también vivió momentos difíciles: durante la dictadura, llevaron a todos los hombres mayores de 18 años al lugar donde ahora se encuentra el Supermercado Líder en Presidente Ibañez, que en ese entonces era un matadero. Durante el allanamiento, muchas mujeres, incluyéndome, nos quedamos solas. Recuerdo estar con mis dos hijos, sintiendo miedo y angustia, pero afortunadamente, no nos pasó nada más grave.”

ARTE Y MEMORIA COLECTIVA

Soy Annemi, antigua empleada del correo de Viña del Mar y actual artesana de lana en Puerto Montt. Me integré al primer taller en Antonio Varas, surgido de la colaboración entre Prais (  Programa de reparación del  Estado)  y Cesfam ( Centro de Salud). Inicialmente, nos enfocamos en bordados, perfeccionando técnicas y estilos. Posteriormente, con el enfoque en el 50º aniversario, evolucionamos. Gracias a un proyecto con Prais y diversas donaciones, conseguimos los materiales necesarios, incluida la arpillera, para consolidar nuestro espacio.

“El trabajo colaborativo es esencial en nuestro taller. Si bien cada pieza individual tiene su valor, la suma de esfuerzos para crear memoriales conjuntos resulta en obras singulares. Coordinar habilidades, visiones y pasiones es un reto que hemos abordado con éxito, como se refleja en nuestras presentaciones en  la Casa del Arte Diego Rivera.

Para concluir, quiero enfatizar la recuperación del sentido comunitario perdido durante la dictadura, indicó Annemi, líder del grupo. En este taller, hemos reavivado ese espíritu de solidaridad, y el resultado ha sido simplemente inspirador. Es el reflejo de lo que hemos construido juntas.

 

MENSAJE PARA LAS  GENERACIONES JÓVENES

Todas coinciden en señalar que es esencial que las jóvenes generaciones conozcan la historia de Chile. “ Hoy en día, muchos jóvenes están sumergidos en la tecnología, y si no aprenden sobre nuestra historia, perderán parte de su identidad. Esto es un trabajo colectivo, un esfuerzo nacional. Considero que debería ser obligatorio que, en todas las escuelas, se conmemore y se discuta el tema cada 11 de septiembre. Sin embargo, muchos evitan el tema, quizás por miedo“

Además, al observar la reacción de la gente frente a sus  exhibiciones, notan que se toman el tiempo para leer y entender las historias detrás de cada bordado. “Esto me da esperanza de que estamos logrando sensibilizar y educar a la comunidad. Sin embargo, aún queda mucho por hacer y contar. Cada bordado tiene una historia detrás, y es vital que se compartan estas narrativas. La arpillera no solo es un medio artístico, sino que también tiene el poder mágico de conectar a las personas con el pasado”.

–     ¿Y el futuro qué? ¿Cuáles son las proyecciones que tiene el grupo?

Tienen exposiciones en distintos lugares de la zona, mucho trabajo , y un par de sueños . Llegar – como la Violeta al Louvre en Francia-   y más cerca  y posible, ir al Museo de Derechos Humanos.

VOCES AUSENTES EN PALENA: LOS VELÁSQUEZ PERSISTEN EN LA MEMORIA

Daniel Velásquez -aún buscando respuestas y justicia a 50 años de la desaparición de su padre, su tío y su abuelo- narra la conmovedora historia de ausencias forzadas durante la dictadura.

L

as palabras que siguen son el testimonio directo de Daniel Velásquez, un hombre marcado por el doloroso legado de la dictadura militar. Este es su relato:

 

UN DÍA QUE CAMBIÓ TODO

“Nací en Palena y la historia que les contaré comienza en 1973, el 5 de octubre, con mi papá, mi mamá y mi abuelo, quienes vivían en el campo, en un sector llamado Lago Yungue.  Tenía apenas cuatro meses cuando ocurrió el golpe militar. Mi hermano, con quien tengo una diferencia de apenas un año, y yo éramos los más pequeños de la familia. Él, lamentablemente, falleció a los 45 años. Hoy día, solo quedamos mi madre y yo como herederos directos de la historia familiar.

Mi madre Ana, que  es la  testigo de los sucesos, me contó con detalle lo que sucedió aquel día. Recuerda cómo un carabinero llegó a nuestro hogar disparando al aire. Mi padre creyó que se trataba de cazadores persiguiendo patos, ya que en octubre se cazaban en abundancia en esa zona. Sin embargo, la realidad era otra. No tardó en llegar una comitiva de carabineros acompañada por dos civiles. Entraron a nuestra casa con violencia, pidiendo armas.

En medio de ese caos, mi abuelo, que se encontraba en el campo cuidando de un vacuno enfermo, fue detenido y, según las historias que se cuentan, asesinado y enterrado en un lugar desconocido. Nunca encontramos su cuerpo, ni el de mi padre ni el de mi tío.

Mi madre describió con dolor cómo fueron golpeados y torturados. Los carabineros insistían en que entregaran armas, afirmando que mi abuelo era un “terrorista” y que poseía armamento pesado, como dinamita y metralletas. Mi familia, sin embargo, no tenía tales armas. Lo más peligroso que poseían era un machete y un cuchillo, herramientas comunes en la provincia.

AMARRADO CON ALAMBRES

Mi padre fue amarrado con alambres, su dentadura destrozada por los golpes. Mi madre, impotente ante la situación, deseaba que todo fuera solo un sueño.. Mientras esto ocurría, yo me encontraba en Palena debido a una condición de salud con la que nací, el labio leporino, y estaba bajo el cuidado de mi abuela paterna.

Las horas pasaron, y los carabineros, conocidos de mi madre ya que ella les lavaba la ropa, siguieron insistiendo. Finalmente, le comunicaron que llevarían a mi padre al otro lado del río. Aquel día, la vida de mi familia cambió para siempre.

Éramos una  familia modesta, sencilla. Mi madre, que trabajaba desde muy joven, no tenía más de 18 años en ese entonces. Me cuenta que carabineros insistía mucho pidiendo las supuestas armas, pero ella jamás había visto armas allí. Solo herramientas comunes como machetes, murranas, hachas y cuchillos. Pero nunca armas. No tenía razón para mentir sobre ello.

Mi  madre recuerda el día en que se llevaron a mi padre. Lo arrastraron como un peso muerto, ya que no podía caminar por los golpes que le dieron en los muslos y pantorrillas. Me contó que, tras esto, lo subieron a un bote y cruzaron al campo de un tal Ernesto de Ocariz.

Dos días después, desde nuestra casa, me cuenta, se escuchaban conversaciones al otro lado del río, pero nada más… y mi mamá  en su desesperación decidió quitarse la vida con mi hermano. Se quería tirar al río para matarse, pero ella nunca se dio cuenta que había un carabinero de punto fijo que la estaba vigilando. Entonces cuando ella intentó hacer esto  carabineros se acercó y le dijo: “señora Ana, no lo haga  porque su marido ya va a volver en unos cuatro o cinco  días”.

 

SI TU HIJO CAMINA ….

A ella, lo que más le llamaba la atención era que mi hermano caminaba y dentro de ese lapso que pasó todo esto terrible, mi hermano nunca caminó, nunca quiso caminar. Entonces en una ocasión dice mi mamá que el capitán Garrido le dice: Si tu hijo camina, vas a tener el mismo fin que tu suegro,  que lo habían matado.. Y mi hermano nunca  caminó. Estaba  el destino para que no pasara nada.

Días después, los carabineros regresaron, sin la compañía de los dos civiles que inicialmente los habían guiado. Al poco tiempo, un carabinero de apellido Segura se acercó y le advirtió a mi mama  que no podía ir a Palena durante un mes y medio. Si la  encontraban allí, correría la misma suerte que su suegro y esposo. Desesperada y joven, con un hijo a su cargo y con nuestra casa completamente destruida, decidió escapar. Tomó un caballo y se  dirigió a Palena, siempre temerosa de que la  descubrieran.

Durante el camino, pasó por la casa de un señor de apellido Reyes. Aunque no pudo ayudarla, le dio la opción de seguir adelante o regresar. Con su hijo en brazos, decidí seguir. Finalmente llegó   a la casa de una hermana de parte de padre, que los escondió durante un mes. El terror se apoderaba de todos.

SIN VER LA LUZ DEL DIA

Tras treinta días, reunió el valor para ir a Palena. Llegó de noche a casa de mi abuela paterna.  Ella decidió llevarme consigo y dejó a mi hermano con mi abuela. Durante aproximadamente ocho meses, mi madre estuvo recluida, casi sin salir a la luz del día. Cuando las cosas comenzaron a calmarse, empezó a salir esporádicamente. Sin embargo, no deseaba permanecer en Palena debido a todo lo que había pasado allí. En ese momento, surgió una orden médica que requería que me operara del labio leporino en Puerto Montt. Esta situación brindó a mi madre la oportunidad de dejar Palena. Esto sucedió alrededor de mayo o junio de 1975, y nos trasladamos a Puerto Montt.

 LAS VERDADES ESCONDIDAS

Con el tiempo, mi madre se enteró de que habían asesinado a mi tío Raúl, quien trabajaba en Vialidad. Se dijo que a mi tío lo habían llevado a la frontera para que cruzara a Argentina. Otro rumor afirmaba que estaba enterrado junto al río Palena, mientras que otra versión sostenía que lo habían enterrado en la antigua caballeriza de Palena. Aunque esta última teoría es la que más se afirma, nunca se investigó a fondo. Hay testigos que podrían haber arrojado luz sobre lo sucedido, pero por miedo o por otras razones, se abstuvieron de declarar.

Mi  tío Raúl también se encontraba en Palena cuando fue arrestado y, posteriormente, ejecutado. Lo fueron a buscar en su trabajo, en Vialidad, con la excusa de que mi abuelo lo necesitaba. Tras ese encuentro, nunca más volvió a su trabajo, ni a su vida. Desapareció.

Con respecto a mi padre y mi abuelo, también surgieron rumores sobre sus destinos después de que cruzaron el río. Unos decían que sus cuerpos estaban cubiertos de piedras grandes; otros comentaban que los animales del campo se alimentaban de los restos de mi abuelo. Lamentablemente, nunca se ha conocido la verdad.

LA JUSTICIA ESQUIVA

Siento una mezcla de tristeza y enojo por todo lo que sucedió. Inicié un juicio en el año 2000, pero las sentencias fueron mínimas y los culpables nunca fueron detenidos. Mi madre sabe quiénes son y, durante una reconstitución de escena, algunos la reconocieron y la saludaron. Hoy, muchos de ellos ya son ancianos, entre 80 y 90 años, ya pesar de todo, no se ha hecho justicia.

A menudo me preguntan por qué creo que la justicia ha sido tan esquiva en este caso. No tengo una respuesta clara. A lo largo de los años, hemos tenido muchos gobiernos y todos parecen tomar el tema de los derechos humanos cuando les conviene, especialmente durante las elecciones. Tengo 50 años y he visto muchos presidentes hacer lo mismo. Recientemente, el gobierno actual ha iniciado trabajos para buscar a los desaparecidos, pero tengo la sensación de que todo se repetirá.

BÚSQUEDA INCESANTE

Durante un tiempo, me dediqué personalmente a buscar a mi familia sin ayuda de autoridades. Muchos me dieron pistas o lugares donde podría encontrar a mi padre, y aunque busqué obsesivamente, nunca encontré nada. Ni una prenda de ropa, pese a que mi madre recordaba claramente cómo vestía mi padre aquel día.

Intentamos reconstruir los hechos con aquellos involucrados, pero siempre se negaron a colaborar, sosteniendo un “pacto de silencio”. En 2001 o 2002, tras detener a unos carabineros en Chaitén, uno de ellos, Juan Segura Gutiérrez, me llamó para negar su participación y culpar a otro. Nunca más volví a tener contacto con ninguno de ellos.

Hace poco, falleció mi último tío. Originalmente, la familia estaba compuesta por mis abuelos y tres hijos: mi papá, Rubén Alejandro, quien era el mayor; José Raúl Velázquez, empleado en Vialidad; y Francisco Velázquez Vargas, el menor, quien recientemente falleció y trabajaba en CONAF.

Mi madre guarda muchos detalles dolorosos en su corazón. Hay cosas que, según ella, no necesito saber. Entiendo y respeto su decisión porque debe haber vivido momentos verdaderamente difíciles. Una vez intenté que compartiera todo conmigo, para que pudiera liberarse de ese peso, pero me respondió que hay recuerdos que te marcan para siempre. Y la entiendo perfectamente. Esta es una parte de la historia de nuestra familia: Velázquez Vargas y Velázquez Soto. Gracias por permitirme compartir mi historia y contribuir al recuerdo colectivo de nuestra  tierra

PLACA EN MEMORIA.

La Agrupación Nacional de Empleados Fiscales, Anef Los Lagos, presidida por Pamela Espinoza, gestionó junto a la familia Velásquez y amigos, la colocación de una placa en la comuna de Palena, para mantener viva su memoria. En una ceremonia  sencilla y emotiva, en la que también estuvo presente el Presidente Nacional de Anef, José Pérez Debelli, se rindió un homenaje  a quienes fueron víctimas de la dictadura, aún es los rincones más remotos del país,  “La memoria es crucial para que estos hechos no se repitan y para que las futuras generaciones entiendan la importancia de los derechos humanos. “

🖤 ​​Recordamos y Honramos su Memoria 🖤

EL INFORME RETTIG CONSIGNA LOS DATOS:

JOSE RAUL VELASQUEZ VARGAS

Detenido desaparecido. Palena, octubre de 1973.

Tenía 24 años de edad, era soltero. Se desempeñaba como empleado de vialidad en Palena.

Detenido el día 9 de octubre de 1973 en Alto Palena por Carabineros. Se desconoce su paradero, permaneciendo desaparecido.

RUBEN ALEJANDRO VELASQUEZ VARGAS

Detenido desaparecido. Palena, octubre de 1973.

28 años de edad, casado. Era agricultor.

Detenido en su domicilio de Alto Yungue, Palena, por Carabineros, en presencia de su familia. El último lugar en que se le vio fue a las orillas del río Palena.

JOSE ESAU VELASQUEZ VELASQUEZ

Muerto. Alto Palena, octubre de 1973.

Tenía 52 años,  casado y  tres hijos. Era agricultor Fue ejecutado el día 5 de octubre de 1973 en el sector El Yungue, Alto Palena, acusado de intento de agresión y tenencia ilegal de armas y material subversivo, versión que la Comisión Rettig desestimó, formándose la convicción de que fue muerto por Carabineros de Alto Palena

. Portada  Resolución Judicial  Corte Suprema

Voces de la Resistencia: Conmemorando 50 años del Golpe de Estado con actividades de reflexión y memoria

“Voces de la Resistencia, Ajitando la Memoria”: Historias de resistencias de ayer y hoy.