Colectivo de artistas inaugura museo abierto en Mercado de Osorno

Más de 50 murales de gran tamaño realizó el colectivo de artistas La Pluma en el tradicional Mercado de Osorno, ubicado en pleno centro de la ciudad. Se trata de retratos neorrealistas que bien podrían ser fotografías, con imágenes de la vida cotidiana.

Se ve un niño que toma once con marraqueta y té junto a su mamá. También, un señor de cotona azul marina sentado en su local de quesos y miel. O una mujer que vende guantes y bufandas, que concentrada trabaja en un tejido con la tan típica lana de oveja sureña.

“Lo común se vuelve excepcional”

Los reconocidos artistas visuales nacionales, Javier Barriga (@grasosobremagro), Francisco Maturana (@franciscomaturanau) y Giovani Zamora (@Giova.Streetart), entre otros, partieron el 25 de abril pintando estas obras donde “lo común, en el encuentro extraordinario con la gente, se vuelve excepcional”.

Rosana Faúndez, directora ejecutiva de la Corporación Cultural de Osorno, explicó que en un principio, la iniciativa surge porque la materialidad del Mercado, de cemento, transmitía frialdad. “Tras el trabajo de La Pluma el cambio fue inmediato. Este tradicional lugar de Osorno se ha transformado en una gran galería de arte al aire libre, posibilitando el acceso democrático y la apreciación artística de las artes visuales a transeúntes”.

Por su parte, el alcalde de Osorno, Emeterio Carrillo se mostró confiado en que la intervención artística podrá contribuir al ingreso económico de los locatarios, al aumentar la circulación de personas y turistas atraídos por los murales. “Por su calidad artística, las obras ya son altamente valoradas”, agregó.

“Queremos que estas obras se puedan vincular con la comunidad como un recuerdo, con melancolía y ternura. Quisimos articular escenas amables, familiares, una memoria de la vida íntima de la ciudad”.

Javier Barriga, muralista.

Los artistas de La Pluma buscaron plasmar la vida del mercado en los muros. Con este objetivo, entrevistaron a locatarios y transeúntes para crear la estética de los murales. Además, durante el mes que pasaron haciendo de nuevo la fachada del mercado, los artistas aprovecharon de vincularse de diferentes formas con la comunidad. Por ejemplo, compartiendo con escolares, y realizando talleres para otros artistas visuales.

Recuerdo, melancolía y ternura

Respecto al propósito de la obra, el muralista Javier Barriga explicó que se buscó retratar la vida cotidiana e identidad de la ciudad. “Quisimos aportar con una sensación similar a lo que genera un álbum de fotos familiar antiguo. Queremos que estas obras se puedan vincular con la comunidad como un recuerdo, con melancolía y ternura. Quisimos articular escenas amables, familiares, una memoria de la vida íntima de la ciudad”.