Es muy injusto que nos toquen nuestro ahorro de cesantía, porque lo que está sucediendo no es culpa nuestra.  Son 50 mil pesos, que no alcanza para nada.  Entonces en esta crisis somos los trabajadores quienes tenemos que gastar de nuestros propios ahorros: no se tocan las platas del gobierno, ni de las empresas, sólo la nuestra”.

La crisis sanitaria ocasionada por el Coronavirus ha develado no sólo aspectos vinculados a la fragilidad de nuestro sistema de salud.  Además, hemos podido observar la lentitud en la reacción de la clase política que, a los ojos de muchos, sobreponen los intereses económicos, productivos y empresariales por sobre la salud pública.  Quisiera que en esta nota se revelen aquellos que hoy deben elegir diariamente si exponerse al contagio o mantener sus empleos y sueldos.  Hoy muchos no tienen salida.  La urgencia de llevar sustento a sus hogares los obliga a salir.  El temor al contagio es real.  En sus palabras se denota la angustia.  Ya sabemos que debemos lavarnos las manos.  Sabemos que no podemos acercarnos unos con otros, pero lo de quedarse en la casa es algo que, para algunos, es imposible de cumplir  ¿Quién le paga esos días que no asista? es una paradoja cruel y que denota el poder de algunos y la fragilidad del empleo en Chile.

Trabajadores de la construcción, del transporte y subcontratistas hoy conversan con elajitador.cl, muchos de ellos nos dan solo su primer nombre “no quiero perder mi empleo.  Por eso no quiero que digan mi nombre completo.  Porque si me echan, como ya lo han hecho con mis compañeros, no tendré cómo encontrar pega” afirma Jorge quien se desempeña como conductor de minibuses, recorrido Puerto Montt – Puerto Varas.  La conversación la realizamos por teléfono.  Su temor a lo que sucederá es evidente.  Su indignación también “la medida del dictamen me parece muy injusta.  Nosotros acá tenemos sólo un contrato de palabra, por el sueldo mínimo para que nos paguen las imposiciones.  Yo no tengo un sueldo.  Acá es lo que hacemos en caja, entrego una parte y lo que queda es lo que gano”. 

Dictamen de Dirección del Trabajo deja en la indefensión al mundo del empleo en medio de la pandemia.

Jorge nos cuenta que la empresa no le entrega nada para protegerse, aún cuando es sabido que el transporte público, dada la cantidad de gente que circula, es un espacio peligroso “no nada.  No nos dan nada.  Lo que tenemos lo compramos los propios conductores.  Es muy injusto todo lo que está sucediendo.  Muchos conductores han quedado sin pega, pues han sacado muchas máquinas porque la gente ya no se está subiendo y dado que tenemos contratos fantasmas, quedaron en la calle sin nada” nos cuenta.

Cuando le pregunto por los bonos
anunciados por el Gobierno, Jorge me responde, cuando aún no termino la
pregunta “Es muy injusto que nos toquen nuestro ahorro de cesantía, porque
lo que está sucediendo no es culpa nuestra.
Son 50 mil pesos, que no alcanza para nada.  Entonces en esta crisis somos los
trabajadores quienes tenemos que gastar de nuestros propios ahorros: no se tocan
las platas del gobierno, ni de las empresas, sólo la nuestra”
nos
dice con enfado.

Cada semana paso fuera de la construcción del mall Paseo Costanera.  Veo circular desde muy temprano a trabajadores.  Muchos de ellos, trasladando fierros u otros elementos.  Decido detener mi andar y buscarlos.   Las puertas del centro comercial están herméticamente cerradas.  Entonces pregunto a un trabajador que fuma un cigarrillo y mira curioso.  Me invita a conversar con quien los representa en la obra.  Así conozco a Cristian Santana, Dirigente Sindical de Trabajadores de la Construcción, SINTEC Chile.  Tiene un rostro amable y se muestra dispuesto a responder nuestras preguntas.  Comenzamos a charlar, se adelanta a la entrevista y me dice que se encuentran desconcertados con lo sucedido con el dictamen de la  Dirección del Trabajo pues dejaría en muy mal pie a los trabajadores “Nosotros vamos a dar la pelea en la región y en el país a través de nuestro sindicato para que no se desmedre la situación del trabajadores, en lo que refiere a sus sueldos y estabilidad en el empleo, producto de la cuarentena” nos indica.

Reconoce que la actual empresa
donde se desempeñan ha tenido mucho resguardo con sus trabajadores y me expresa
su esperanza que este diálogo continúe “estamos trabajando codo a codo con la
empresa Ingevec pues no están implementando todas las medidas de
seguridad.  Nosotros seguiremos
trabajando hasta que no exista una normativa que nos impida a seguir.  Esperamos que producto de una futura
paralización la empresa mantenga sus compromisos y no existan descuentos a los
trabajadores”
nos aclara.

Me alejo de Cristian mientras le
pido una fotografía.  Mientras enfoco la
cámara pienso en la fragilidad en que se encuentra el mundo del empleo en
nuestro país.  En el caso de los casi 300
trabajadores de la construcción, de tan solo una de las obras que se levantan
en Puerto Montt, sus esperanzas de estabilidad y remuneración descansan en la
bondad del empleador.  En la ilusión de
mantener el diálogo y que las condiciones no cambien.  Mientras revisamos las fotografías Luis Ruiz, dirigente también de Sintec
nos aclara que se hacen revisiones de temperatura y una encuesta de estado de
salud a la entrada de la obra “si una persona contrae el virus
entonces debe parar toda la obra.  Eso ya
lo tenemos conversado con el prevencionista de riesgo.  Acá son 300 personas que trabajan en la obra
y si consideramos sus familias, resultan casi mil personas.  La empresa debe hacerse cargo de sus
trabajadores.  En caso de una cuarentena
no podemos aceptar que se nos restrinjan nuestros salarios o que vivamos algún
tipo de despido”.

Hugo Salazar es subcontratista de la construcción, específicamente
en materia de montaje de andamios, me cuenta que tenían muchas obras en Puerto
Montt, pero debido a la pandemia hoy se encuentra paralizado “eran
entre 70 y 80 personas.  Las ayudas del
Gobierno van para el 40% de las personas más vulnerables, pero si tú ganas 10 o
20 mil pesos por sobre el mínimo ya no eres vulnerable.  El Gobierno qué está haciendo: gastando 30 y
tantos millones por cada guanaco para carabineros.  Compraron 120 guanacos ¿por qué no invierten
en salud?.  ¿Por qué se gasta tanto en
arrendar el Espacio Riesco en vez de usar los colegios que no se están
utilizando? para que todo lo que se gaste quede para ellos mismos.  Haciendo negocio de la enfermedad.  Me llaman los trabajadores y me preguntan qué
va a pasar y no lo sé.  No sé qué va a
pasar.”
se pregunta con indignación quien pese a ser
subcontratista finalmente es un trabajador que depende de grandes empresas de
la construcción.

Quise conversar con Mauro González, Director Regional de la Dirección del Trabajo, elegido por Alta Dirección Pública, es decir, estamos frente a un profesional de primera clase para este puesto.  La respuesta fue sorprendente.  Me envió un audio, sin posibilidad alguna de realizar la entrevista telefónica.  Podría dejar fuera su opinión pues su actitud atenta contra el derecho a información, pero al escuchar su audio me resulta más sorprendente aún.  Aquí transcribo algunos de sus dichos:

“El último dictamen también aborda lo que son los efectos que podrían nacer de las decisiones que vaya tomando la autoridad sanitaria para proteger la vida de las personas y estas decisiones son actuaciones de autoridad que restringen a las personas como cuarentenas…el dictamen la califica de fuerza mayor o caso fortuito que se traduce en inimputable no es de responsabilidad del trabajador ni del empleador….por lo tanto lo que estamos diciendo es que cuando sucede un caso así libera en forma transitoria a las partes del contrato en el caso del empleador…el pago de remuneraciones y en el caso del trabajador …prestar el servicio…”

Esto es parte de lo que envió la autoridad.  Nada más que decir y añadir.  Mejor volvamos a lo que estábamos.  Resulta más interesante conocer la opinión de los/as Trabajadores/as de la Dirección del Trabajo, a través de una de sus asociaciones ANFUNTCH, Consejo Llanquihue. A través de un comunicado señalaron que “como consecuencia del pronunciamiento, nuestros fiscalizadores y conciliadores se verán impedidos de sancionar a los empleadores, en el ejercicio de sus funciones de fiscalización del cumplimiento de la legislación laboral, por infracción al artículo 55 del Código del Trabajo, por no pagar las remuneraciones íntegra o correctamente en caso de que el empleador se vea impedido de otorgar el trabajo convenido y el trabajador prestar los servicios en caso de que se decrete por la autoridad las medidas de cuarentena, cordón sanitario o toque de queda en determinados días o en forma permanente hacia el futuro. Lo anterior, implica dejar a los trabajadores del sector privado, en indefensión” añaden.

“Finalmente, seremos una vez
más, los funcionarios de este servicio, quienes pondrán pecho a las balas, en
atención a la naturaleza de nuestras funciones de atención directa de público y
trabajo en terreno, debiendo, por cierto, cumplir con lo dictaminado el día de
ayer, por ser doctrina de nuestro servicio público, con prescindencia de
nuestras apreciaciones personales, y valoración jurídica o ética que tengamos
del acto administrativo. Estamos plenamente conscientes que después de esta
crisis sanitaria la crisis será social y económica y por tanto laboral, por lo
que, independientemente de nuestras autoridades de turno, estaremos al servicio
de los trabajadores de la provincia de Llanquihue”
concluyen.

Por otra parte, la Mesa de Unidad Social de la comuna de
Puerto Montt
no se quedó atrás y en un Comunicado Público declaró que “Las
y los trabajadoras/es de Chile son los que sostienen esta crisis, somos quienes
cobramos los productos en el supermercado , los que seguimos construyendo
edificios que nunca podremos habitar, somos los que cobramos créditos atrasados
a otros trabajadores.  Somos los que
transportamos a personas pobres a otros sectores de contagio: en suma somos quienes
pondremos los muertos una vez más”
declara.

Sólo la unidad y solidaridad del conjunto de la clase trabajadora que hace 5 meses se levantó cansado del abuso de los poderosos, sólo eso nos permitirá resistir esta crisis…Aprendamos que esta cuarentena es el primer paso para cambiar los 40 años de abuso y despojo.  En esta cuarentena nos cuidamos para renacer…”.

Nada más que agregar.  Mientras me detengo en los hermosos atardeceres que hemos tenido estos últimos días, reafirmo la idea que la solución a la clase trabajadora vendrá de nosotros/as mismos/as, con la unidad que nos hará invencibles como lo declarara Clotario Blest…¿qué habría hecho él ante tanta injusticia?…dejo esta inquietud…

Empleo y empresariado: la develación de la explotación y el dinero

por Betty Boom