En entrevista exclusiva con El Ajitador, Sacerdote Felipe Berríos hizo llamado a la autoridad eclesiástica de Puerto Montt a colaborar con Felipe Santana
“La iglesia se ha encerrado en sí misma, y eso lo grafican los latones con que se está protegiendo en Puerto Montt. En vez de estar conversando con la gente, recibiendo las inquietudes de la comunidad. En el caso de Felipe, ellos son querellantes, por lo que deben estar presentes. Meterse, ver las pruebas que hay y hablar con la familia de Felipe”.
Tal como se dio conocer en un artículo anterior, la Corte de Apelaciones de Puerto Montt rechazó el recurso de nulidad, en el caso de Felipe Santana, interpuesto por su defensa. Lo anterior como corolario de que en noviembre del año pasado, éste fuera condenado a 7 años y 4 meses de presidio, por el incendio frustrado en la catedral de Puerto Montt.
Bajo este contexto, el reconocido sacerdote jesuita, Felipe Berrios, quien es activista y escritor chileno, conocido por su labor como capellán y fundador de las organizaciones Techo e Infocap, manifestó su apoyo en la causa del joven puertomontino.
Presos de la revuelta
En la entrevista, el religioso señaló que el caso de Felipe y el de muchos otros jóvenes que fueron apresados durante la revuelta social, tienen un común denominador. La gran mayoría, eran estudiantes y trabajadores. Berrios agregó, que estos no contaban con antecedentes penales, y fueron, pese a eso, calificados como delincuentes por parte de las autoridades.
“Ese fue el discurso del gobierno. Está claro que hubo personas que sufrieron por estos actos de vandalismo, perdida de sus trabajos. Ellos tienen razón de estar molestos. Pero es una injustica lo que se está haciendo, puesto que no se ha contextualizado la situación que vivió el país en ese momento”.
No frenarle la vida…
En este punto, el sacerdote agregó que, en un momento, esperaba que las autoridades eclesiásticas observaran el contexto de la situación en general. Así poder determinar qué acciones judiciales se iban a tomar.
“No se trata de hacer vista gorda de los hechos que se cometieron, pero no podemos condenar a un joven de 20 años a 7 años en prisión. Siendo que existen otras alternativas, como lo puede ser el trabajo comunitario, y no frenarles la vida”.
Iglesia Católica
En cuanto a la postura que adoptó la institución, Felipe Berríos explicó que durante muchos años se enseñó que la jerarquía dentro de la iglesia católica era la que determinaba las directrices a seguir.
Apuntó que se ha olvidado, de parte de los mismos que la componen, que la iglesia va mucho más allá de un título o un rango eclesiástico.
“Está la iglesia que es pueblo (los bautizados), quienes han estado en las protestas, en las ollas comunes, en los hospitales. Quienes han dado su visión de los hechos. Pero son las jerarquías las que han estado en silencio durante este último tiempo. Ellos deben pronunciarse. Como es el caso de monseñor Ramos, quien asumió como arzobispo en Puerto Montt y no se ha manifestado en este caso”.
Protestar contra los abusos
En este punto, el jesuita señaló que había que entender el contexto en el cual se dieron las cosas. La comunidad en general, salió a las calles a protestar por los abusos que se han cometido por parte de las autoridades.
“Pongámonos en el caso de que Felipe si hubiera cometido tales faltas. En Chile había rabia, frustración, al igual como se manifestó en otros países. Bajo este escenario y entendiendo que había una efervescencia social, que gatilló en la necesidad de hacer cambios a nivel político, un joven que está inmerso en este contexto, puede hacer una estupidez. Pero es aquí donde debe prevalecer el criterio, y darle una sanción conmutativa, de ayuda social, y no condenarlo a 7 años de prisión”.
Gobierno
Con respecto a las acciones y el manejo que ha realizado el gobierno con este tipo de situaciones. Sobre todo las vinculadas a situaciones puntuales de la revuelta del 18 de octubre, Berríos señaló que aún no se ha podido apresar a los verdaderos ejecutores de estos actos. Quienes están en este momento en prisión preventiva, o condenados como Felipe, fueron tratados como delincuentes en frente de la opinión pública. Esto produjo un sesgo inmediato por parte de la comunidad hacia estas personas.
En conclusión, el sacerdote Berríos hizo un llamado al arzobispo de Puerto Montt, Luis Ramos que participe de esta discusión. Que se interiorice de los hechos que fueron tratados durante el juicio de Felipe, y que se acerque a la familia. Todo lo anterior con la idea de poder colaborar. Ya que el rol fundamental que tiene la iglesia dentro de la comunidad, es poder brindar apoyo, contención y solidaridad con quienes más lo necesitan.
Entrevista y Redacción: Daniel Carrasco
Imagen: cedida