Encienden las alarmas por gastos operacionales de Rojo Edwards: Rindió un millón y medio en campañas de redes sociales
En los últimos días, los gastos operaciones de los miembros del Congreso han estado bajo la lupa. En este marco, la cuenta de Twitter “Bot Check Chile” reveló que el diputado Rojo Edwards ha invertido más de 92 millones de pesos en publicidad para su Facebook e Instagram. Por ejemplo, en un periodo de un año a partir de hoy contrató un total de 470 anuncios. Sobre ello, cabe mencionar que en su rendición de gastos operacionales muestra un monto de $1.550.000 por “Contratación Espacios de Internet y RRSS” durante este año.
La situación ha causado preocupación en la ciudadanía considerando que el parlamentario ha hecho noticia en diferentes ocasiones por difundir noticias falsas a través de sus redes, y además, porque la gran mayoría de su contenido está dedicado a desacreditar al Gobierno de Gabriel Boric.
Traslación
Cabe recordar que en un primer momento fueron los elevados gastos por el concepto de “traslación”, o transporte los que causaron fuertes cuestionamientos en redes sociales. De hecho, según los datos de la última rendición de gastos de la Cámara de Diputados, en mayo de este año, 20 diputados gastan más de $2.750.000 en traslados, siendo el diputado Víctor Pino (PDG) quien tiene el mayor gasto en este ítem con $3.930.186.
En este sentido, de los 20 diputados que más gastan por este concepto, no se cuenta ningún parlamentario de partidos oficialistas, y los Republicanos y la UDI son quienes más se repiten. En este sentido, un miembro del PDG también tuvo el segundo gasto más elevado por traslación, Rubén Oyarzo con $3.537.833
No es primera vez que este tema causa polémica, y desde la Cámara de Diputados ya se refirieron a ello a través de una declaración pública en el año 2015. Allí señalan que “los gastos de traslación de cada diputado varían en función de las características geográficas y demográficas de su distrito”.
Agregando que “Los gastos operacionales de los diputados son permanentemente fiscalizados, primero por los órganos internos de control y, luego, por el Comité de Auditoría Parlamentaria, entidad encargada de revisar el uso de los fondos públicos que cada Cámara pone a disposición de los diputados para financiar el ejercicio de su función”.