“Mucho Ruido y Pocas Nueces”
[aux_quote type=”intro-splitter” text_align=”left” quote_symbol=”1″ title=”title” extra_classes=”custom-css”]Cercano a los 5 meses del estallido social las propuestas de una agenda social y reformas económicas han sido escasas. Sólo el anuncio del plebiscito de abril es hasta la fecha la única propuesta política.[/aux_quote]
[aux_dropcap style=”classic”]P[/aux_dropcap]arece lejano el 18 de octubre de 2019, el inicio de la revuelta social que colocó en jaque al gobierno de la derecha en Chile no ha presentado respuestas concretas. Transcurrido más de 4 meses Elajitador recogió la percepción de académicos y activistas de las movilizaciones sobre las propuestas y cambios políticos y sociales que se han presentado desde el inicio de la revuelta. Repasamos los cambios más sustanciales desde el comienzo del salto de los torniquetes del metro efectuado por los estudiantes en Santiago y que impulsó a la sociedad a movilizarse en todo el país y especialmente en la Región de Los Lagos.
Al alza del transporte se sumaron los servicios básicos, los peajes y la canasta de alimentos básicos. Elementos fundamentales que provocaron el grito desesperado de una sociedad agobiada por las deudas y el costo de la vida cada vez más cara –el 69,7% de la población laburante gana menos de $500 mil pesos al mes- además de las bajas pensiones de la tercera edad, entre otras cosas.
Las diferentes miradas recogidas por Elajitador, dan cuenta que efectivamente las transformaciones políticas y económicas no aparecieron, sin embargo, parte de los entrevistados destaca que el verdadero cambio surgió en la comunidad, al recuperar el poder de convocatoria y ser dueño de su propio destino.
El académico y politólogo de la Universidad estatal de la Región de Los Lagos, Gerardo González, comentó que el único cambio real fue el anuncio del plebiscito para cambiar la Constitución. “No ha habido mayores cambios desde el estallido social. Sin embargo, el anuncio importante fue el anuncio de un plebiscito que dirima si la ciudadanía quiere cambiar la Constitución generada en dictadura por una nueva y que está esté conformada por una convención constituyente, pero las demandas ciudadanas que tiene que ver con un cambio en la manera de las demandas ciudadanas no se han tocado ni el modelo ni las expectativas de la gente por parte del gobierno ni de la clase política”.
En tanto, Cristopher Rodríguez, vocero de la agrupación Avanza Mirasol, indicó que los verdaderos cambios se han producido más en el interior de la gente, generando consciencia y organización. “Si efectivamente hay cambios, pero los cambios son en la consciencia del pueblo chileno, respecto a la necesidad de cambios profundos y además hay cambios en la forma de organizarnos, en articularnos en los territorios, en las bases, más allá de los partidos políticos, ya que estos son parte del problema”.
Para Carlos Soto, vocero en las movilizaciones realizadas en la Plaza Melipulli, también señala que los cambios estructurales en política y economía no llegaron, pero rescata que la comunidad volvió a creer en ella, relevando el reencuentro como clase y el sentido de pertenencia. “Más allá del cambio institucional que no ha existido, ha habido discusión producto de la presión social. Sin embargo, Lo que sí creo es que hemos cambiado nosotros, hemos sido las propias personas que nos hemos dado cuenta y que hemos despertado a través de esta revuelta social, hemos logrado encontrarnos y nos hemos reconocidos. Estrechamos nuestros lazos, nos reconocimos en el otro.
Es claro que las reformas y propuestas sociales y económicas que discuten la clase política en el centro del país no tiene mayor relevancia. Se reparten culpas y se acusan de no querer cambiar nada que beneficie a la población más vulnerable y a la clase media. Los partidos y el gobierno no tienen legitimidad en estos tiempos, con apoyos mínimos en las diferentes encuestas demuestran la nula credibilidad por parte de la sociedad.
No obstante, el verdadero cambio se generó en las bases de la sociedad. Se volvió a reunir la comunidad, se conversó con el vecino y juntos estuvieron de acuerdo que el país debía despertar. Se organizó la Junta de Vecinos y brotaron los apoyos ciudadanos para cambiar el sistema capitalista. Ese nuevo Chile se levantó de su letargo neoliberal para construir una nueva sociedad que tenga sus bases fundamentadas en la solidaridad, la justicia y el fin a los abusos.
Amaru Quetzal.