Profesionales del área de la salud advierten sobre posibles consecuencias de la vacuna Pfizer

El problema de esto es que como el ARN que se utilizó para crear la vacuna no es específico. Puede afectar que las proteínas S creadas en el cuerpo a partir de esta vacuna, se asemejan a otras células y o proteínas de nuestro cuerpo. Ello puede generar una respuesta auto inmune, provocando enfermedades degenerativas, infertilidad, y otras tantas, que no se pueden determinar, ya que el estudio de esta vacuna no ha tenido un gran alcance”, detalló Tania Bernoff, Química Farmacéutica

Para refrescar un poco la memoria, en diciembre del año pasado se inició un proceso de testeo de las vacunas cansino. Se solicitó a la comunidad aportar con 800 voluntarios (en Puerto Montt), para hacer las pruebas experimentales de estas vacunas que estaban en FASE 3. Junto con esto, se determinó que el estudio y seguimiento de los casos, se haría en un periodo no menor a un año.

Con un mes de diferencia, el ministro de salud, Enrique Paris, anunció que se iban a comprar más de 32 millones de dosis. Ello, para asegurar a toda la población del país. Se dijo que se había tomado la decisión de trabajar con la empresa Pfizer. Al tiempo después, llegó el primer cargamento, con el que se inició este proceso vacunatorio.

Cabe mencionar también, que hace pocos días se dio la noticia que los ensayos clínicos con la vacuna cansino, ya habían arrojado resultados. Tres meses después, y no un año como se dijo en un principio y que establecen un 95% de efectividad para cuadros graves.

Es preciso señalar que hasta el momento y según los informes entregados por el MINSAL, se han inoculado más de 4.5 millones de habitantes. Esto significa que cerca de la tercera parte de la nación está en proceso de inmunización contra el SARS COV 2. Luego que fuera autorizado esto por el Instituto de Salud Pública, con el carácter de urgente.

Contrastando cifras y resultados

Es en este aspecto, un grupo de profesionales chilenos, que frente a las dudas que les ha generado el manejo de la pandemia. Las estadísticas por bajo porcentaje de contagios, y una aún más las cifras de mortalidad, han dado paso a una investigación bibliográfica y a todos estos acontecimientos (930 mil personas se han contagiado en Chile de coronavirus en este año de pandemia, que representa al 5,1% de la población chilena, y donde la tasa de mortalidad ha alcanzado el 0,1%).

Como señalaron algunos de ellos, esta situación es considerada como algo complejo. Las vacunas que se encuentran en este momento distribuyéndose a lo largo del país, son experimentales. Y que tuvieron que apresurar sus procesos de validación, debido a las circunstancias actuales.

Se sabe que el proceso de validación de una vacuna conlleva años de investigación y análisis de las muestras; todo esto, con el objetivo de minimizar los riesgos a la salud de las personas. Pero ante todo, por la necesidad de entregar una herramienta efectiva y con un alto porcentaje de inocuidad.

Dan Macías Flores, médico cirujano, Universidad Austral de Chile

Como lo establece Dan Macías Flores, médico cirujano de la universidad Austral de Chile, y quien, desde el año pasado, se ha dedicado a estudiar de manera bibliográfica, indicó que, en términos comunes, una vacuna se podría traducir en un virus o bacteria atenuada, o una parte de esta. El objetivo de provocar una respuesta del sistema inmunológico y así, destruir estos cuerpos extraños que ingresan al organismo.

Contradicciones

Dentro de la retórica que han elaborado estos profesionales, y que, de cierta manera, disiden de las voces oficiales, mencionan tres grandes contradicciones en el manejo de la actual crisis sanitaria. Todo esto con el fin de advertir a la comunidad de las consecuencias que podría traer la inoculación de estas vacunas. (Específicamente la Pfizer, ya que pudieron acceder al paper de ésta)

Tania Bernoff, Químico Farmacéutico, Universidad de Valparaíso

Tania Bernoff, Químico Farmacéutico de la universidad de Valparaíso, quien se ha dedicado a trabajar en cuidados paliativos y manejo del dolor en enfermos terminales de Cáncer del hospital del mismo nombre, y que desde hace 10 años vive en Israel; junto a Dan Macías, establece que en nuestro país existen varias contradicciones a la hora de enfrentar la actual crisis sanitaria.

“En primer lugar, en Chile no se habla de los anticuerpos. Allá se tiene la creencia de que una persona recuperada de COVID no tiene la capacidad de generar una respuesta inmune. O que no son medibles, o que esta tiene una corta duración, lo que es algo completamente falso. En otros países a las personas que han sido contagiadas y se han recuperado se les hace un examen donde se les mide si ha generado o no anticuerpos. Luego de eso se les entrega un carnet de recuperado, al igual que los que se vacunan”, explicó Bernoff.

En este aspecto, la profesional chilena señaló que tanto en Europa como en Israel ya existen restricciones para las personas. Es restringida la accesibilidad a restoranes, cines, gimnasios, etc, donde deben presentar dicho documento, que los acredita como inmunes o inmunizados.

La química farmacéutica añadió que las personas que a lo largo de esta pandemia no se han enfermado, no tienen la posibilidad de acceder a dicho carnet, lo que se transforma en otra de las contradicciones de la pandemia, puesto que estas personas sanas, se las aísla porque no tienen el estatus de recuperado o inmunizado.

“Una persona que tiene anticuerpos, no tendría por qué vacunarse. Aquí hay otra contradicción en la narrativa chilena. Se dice que no hay generación de anticuerpos y donde tampoco se miden. Estos se pueden medir a través de un examen de serología, donde se miden los IGG e IGM de los anticuerpos contra el SARS COV2. En Chile no se cree que esto pueda ser real, de que una persona pueda generar una barrera inmunológica”.

Tania explicó que si se analiza la función especifica de una vacuna, que tiene como objeto provocar esa respuesta inmune. “Lo que se ha dicho por medio de las autoridades y profesionales de la salud es que, si te vacunas, no se asegura que puedas generar dicha respuesta inmunológica. Entonces porque te vacunarías si es imposible generar anticuerpos contra SARS COV 2. Cualquier germen, cualquier agente externo que ingrese a nuestro cuerpo va a provocar una respuesta inmune; eso es algo básico”.

Otra de las contradicciones que establecen estos profesionales, es el uso de elementos para combatir esta enfermedad, que han sido rechazados por el ministerio de salud, y que tienen – según ellos- una alta efectividad.

Tania Bernoff explicó que la hidroxicloroquina con azitromicina ha sido aceptada en varios países como un protocolo eficaz de control. Los cuales han sido ultramente testeado. Agregó que otro método altamente eficiente es el uso de la ivermectina con carragenina, investigada y desarrollada por el ministerio de salud pública y el gobierno de Tucumán, en Argentina.

“Tenemos otros mecanismos para combatir el Covid que hay desde hace décadas y que son muy eficaces, pero se pretende distribuir un inoculo experimental, que no ha sido debidamente testeado, el cual no hay números para evaluar su riesgo. Porque lo primero que debemos hacer como profesionales de la salud, para ejecutar una terapia farmacológica es medir riesgo beneficio, y aquí no tenemos datos confiables de cuál es el real riesgo que está tomando la gente con esta vacunación, frente a estos otros elementos presentados, de los cuales, si se tienen datos, y que se han ocupado durante 30 años”, acotó Bernoff.

Otra de las contradicciones que establece la profesional del área, es que la figura del asintomático ha generado algunas polémicas, ya que se establece que si, aunque el virus esté presente en el organismo, y no genera síntomas, es porque la barrera inmunológica del cuerpo ya ha generado una respuesta, y el tiempo de latencia en que este agente viral permanezca dentro va a depender da cada persona, por lo que no sería necesario vacunarlos. “Ellos aseguran que la transmisión de un asintomático está demostrada, lo cual es falso. Eso no se ha podido comprobar”, apuntó Dan Macías, médico que investiga la pandemia.

Estudio Pfizer

Dan Macías, médico cirujano de la UACH comento que el estudio realizado por la empresa BioNtech, con su vacuna Pfizer abarcó un número de 40 mil testeos, donde a 20 mil personas se les inyectó la vacuna con el ARN sintético, y a los otros 20 mil con un placebo.

“Dijeron que en un plazo de dos meses iban a realizar el seguimiento de las personas que fueron inoculadas. Al momento de recabar la información, obtuvieron que de las primeras 20 mil vacunadas (con la Pfizer) sólo uno de ellos experimento la enfermedad con síntomas severos. En cambio, de las otras 20 mil que se les puso un placebo, 8 contrajeron el virus con un carácter grave. Por lo que se concluyó que había un 99,99% de efectividad de la vacuna, contra un 99,95 de probabilidad de que estés seguro y libre de contraer la enfermedad de manera grave, ya que este corresponde a los que se inocularon un placebo. Por lo que se infiere que no hay una diferencia significativa si no te vacunas”, explicó Macías.

Junto con esto agregó que: “Si la diferencia entre recibir agua con sal, y recibir una sustancia nueva, que puede tener muchos riesgos a mediano y largo plazo, es sumamente baja en la probabilidad de que me dé el virus de forma agresiva, entonces porque me tengo que entregar a un 0,04% de tranquilidad, que es lo que me asegura esta vacuna”.

Macías analizó esto e indico que actualmente existen dos escenarios a nivel mundial: el primero en el que se plantea una evaluación equilibrada del riesgo que existe por la actual pandemia, y una segunda postura, que ha predominado a lo largo de toda la crisis sanitaria, y que es el peor escenario posible, donde todo es un riesgo. “Estamos en un contexto donde se dice que hay un peligro tan catastrófico que lo mejor es actuar sin pensar mucho, y que debes inocularte, porque eso es mejor que nada, pese a que no se tienen datos concluyentes de estas vacunas. Las propias cifras del laboratorio Pfizer indican que recibir agua salina o una sustancia experimental no cambia en nada tu estatus de salud”.

ARN sintético

Tania Bernoff explicó la complejidad que tiene la inoculación de esta antígeno, debido se inyecta una parte del código genético del coronavirus, la cual al introducirse llega hasta la estructura de los ribosomas (fábricas de proteínas) y comanda la producción de proteínas que sirven para crear la proteína spike y así generar la respuesta inmunológica.

“El problema de esto es que como el ARN que se utilizó para crear la vacuna no es específico, puede afectar que las proteínas S creadas en el cuerpo a partir de esta vacuna, se asemejan a otras células y o proteínas de nuestro cuerpo, lo que puede generar una respuesta auto inmune, provocando enfermedades degenerativas, infertilidad, y otras tantas, que no se pueden determinar, ya que el estudio de esta vacuna no ha tenido un gran alcance”, detalló Bernoff.

Junto con esto, la profesional advirtió que, bajo estas premisas, las autoridades van a exponer a un número importante de personas sanas a un agente vacunatorio, del cual no se tiene datos concluyentes, y que podría generar a largo plazo problemas mucho mayores, ya que no se ha medido el riesgo de estas.

“Cuando dejamos que el cuerpo de enfrente a un agente viral, el sistema inmune crea anticuerpos sumamente específicos, pero con una proteína que no tiene especificación, los resultados pueden ser muchos y, por ende, la probabilidad de generar respuestas insospechadas, son muchas y eso es lo peligroso, donde pueden aparecer enfermedades crónicas degenerativas, que son irreversibles”, especificó Tania.

El tema ha sido cuestionado no sólo por estos profesionales, si no por muchos otros y que se pueden revisar y verificar en la red. El punto es que si bien el gobierno ha dado todas las facilidades para que la comunidad se vacuna de manera gratuita, en ningún momento se ha advertido a la comunidad de las posibles implicancias que podría traer el uso de estas inyecciones que aun están en proceso de investigación, y que no ha sido testeadas ni han arrojado números concluyentes, para confiar en la inocuidad y efectividad de estas.

Por: Daniel Carrasco