Reparación de una deuda histórica: Ex Hospital Militar de Santiago ya es Sitio de Memoria
En una emotiva ceremonia realizada en el Hospital Metropolitano, que además marcó un hito para la historia de la salud pública chilena, este jueves el espacio se convirtió en el primer recinto declarado Monumento Nacional, en la categoría de Monumento Histórico del Sitio de Memoria Centro Clandestino de Detención Subterráneo del Ex Hospital Militar.
“Es importante estar aquí, en este lugar que por años se ha ignorado como un sitio de violación a los Derechos Humanos. No todas las personas reconocen al ex Hospital Militar como un espacio de torturas o tienen conocimiento de los crímenes de lesa humanidad que ocurrieron aquí y que son parte del dolor que llevamos como país. Hoy queremos rescatar la memoria de las víctimas de este lugar bajo la dictadura y a la vez nos hacemos cargo de la deuda histórica en Derechos Humanos”, dijo la ministra Brodsky.
50 años del Golpe de Estado
La secretaria de Estado manifestó además que “desde el Ministerio de las Culturas estamos haciendo una serie de acciones que tienen que ver con la antesala de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado y el lanzamiento de este nuevo programa de los Sitios de Memoria, que nos va a permitir avanzar para contar en cada región con al menos uno de estos espacios, que sea reconocido y apoyado por el Estado. Creemos que es fundamental que las víctimas, sus familiares, pero también la sociedad en general, tengan espacios de reflexión y de memoria para pensar una sociedad actual y futura donde el respeto por los derechos humanos sea algo intransable”.
“Este hito confirma el compromiso que tiene nuestro Gobierno en materia de reconocimiento, cuidado y protección de los Sitios de Memoria, por lo que se trata de una jornada muy valiosa, especialmente para las chilenas y chilenos que podrán comprender y visitar este espacio”, agregó la subsecretaria Andrea Gutiérrez.
La declaratoria fue solicitada al Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) en 2017 por Ximena Canales Fernández, usuaria PRAIS, quien a través de su testimonio acreditó la existencia de un centro clandestino de detención y tortura al interior del hospital. Ese relato fue el que dio vida al trabajo de recopilación de información impulsado por el Ministerio de Salud junto al Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.