“No podemos comprar forraje para nuestros animales, los que llevan meses con poca comida, ocasionando que muchos de ellos estén flacos, y no soporten el trabajo de campo. Por ejemplo, tenemos una yunta de bueyes, que tiene un evaluó de un millón de pesos más menos, y ni siquiera puedo venderlos porque están en malas condiciones de salud” explicó el agricultor.

Todos quienes han vivido en el campo, o han experimentado en algún momento de sus vidas la cotidianidad del mundo rural, saben que las cosas por esos lares se apartan mucho de cómo se lleva la vida en la urbe.

Por lo general no existen los fines de semana como estamos acostumbrados. Pese a que no hay horarios ni funciones específicas, en todo momento hay algo que hacer. Junto con esto, la convivencia con los vecinos, la manera de hacer negocios también difiere un poco de cómo lo hacemos aquí en la ciudad.

La vida de la ciudad no interfiere mucho en el quehacer diario de quienes viven en zonas rurales. Sin embargo, en estos últimos meses, la cosa ha sido completamente distinta. Las autoridades han tomado medidas de contención del bichito este. Así se han adoptado diferentes protocolos que han traído problemáticas para quienes viven en la ciudad, pero que han afectado mucho más a las comunidades rurales.

Los protocolos y su afectación

Pero dichos protocolos, barreras sanitarias, aduanas, medidas de distanciamiento y prohibición de algunas funciones, se han extendido para todo el territorio chileno. Sin hacer diferenciaciones de acuerdo a territorialidad, costumbres y o mecanismos de transacción comercial.

En este último tema, es donde se circunscribe la problemática de pequeños agricultores del sector de Pellines del Salto, ubicado en la carretera 5 sur, camino a Pargua. Ellos han visto como han mermado sus ingresos, y se han deteriorado sus animales. Producto de las barreras sanitarias, y las demás medidas de contención, no han podido conseguir alimento, forraje y otros.

Temor a perder sus animales

Héctor Antiñirre, contó lo que vive actualmente. Las posibilidades que hay de perder sus animales son altas. Como él mismo nos relató, las autoridades no toman en consideración que en el campo no se vive igual que en la ciudad. No han hecho nada para que ellos puedan solucionar su actual problema.

“Con todo esto que está pasando no hemos podido hacer nuestros negocios. Para adquirir lo que nos falta y lo que debemos darles a los animales que tenemos en el campo. Uno en el campo vive de este sistema, donde vendemos leña, papas, y otros productos para nosotros poder comprar lo que necesitamos” declaro Antiñirre.

El vecino de Pellines del salto agregó que los permisos actuales que deben sacarse a través de comisaría virtual, sólo posibilita a los ciudadanos a ir a comprar. En el caso de ellos esto los limita para hacer sus transacciones con otros vecinos del sector, o llegar a la ciudad para ofrecer sus productos.

“No podemos comprar forraje para nuestros animales, los que llevan meses con poca comida, ocasionando que muchos de ellos estén flacos, y no soporten el trabajo de campo. Por ejemplo, tenemos una yunta de bueyes, que tiene un evaluó de un millón de pesos más menos, y ni siquiera puedo venderlos porque están en malas condiciones de salud” explicó el agricultor.

Don Héctor comentó que durante esta primavera existe una alta probabilidad de que puedan perder sus animales. Ya que no contaron con los recursos suficientes para poder comprar el alimento necesario, debido a las medidas sanitarias.

Y las autoridades…

En relación a la ayuda que ha mostrado el gobierno, el vecino alegó que no han recibido ningún tipo de apoyo. Destacó la gestión que ha realizado el alcalde de la comuna, Gervoy Paredes, pero señaló que pese al esfuerzo que realiza el jefe comunal, está limitado de funciones. “Los que realmente deberían estar actuando son las autoridades regionales”.

“Aquí es el intendente de la región el que debería tomar la decisión de contribuir con la comunidad. Él es el representante del presidente de la república, y este es el jefe de la casa, por lo que tiene la misión de velar por su gente, para eso está ahí”, sentenció Héctor Antiñirre.

Demás está decir que en todo el tiempo en que se ha desarrollado esta “terrible” pandemia, las acciones del gobierno han evidenciado su lejanía. La poca empatía y falta de sentido común en el desarrollo de sus políticas de contención de esta crisis sanitaria. Han anunciado ayuda y comprensión, validando ante cámaras esa mano de apoyo, pero que a la hora de los “que hubos”  ha dejado a millones de personas en la incertidumbre laboral y social.

Redacción: Daniel Carrasco