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Blanca Hermosilla Molina

En esta Pandemia, los párvulos no pierden tiempo: GANAN TIEMPO…¡¡Cuidemos El Lenguaje!!

Blanca Hermosilla Molina

Asesora Técnica APRO JUNJI, Educadora de párvulos, Docente universitaria, Consultora Banco mundial, y BID en Políticas de Infancia para América Latina y el Caribe.

¡Los niños no pierden tiempo! después de leer este subtítulo en un documento oficial reciente del Ministerio de Educación, específicamente de la Subsecretaría de Educación Parvularia, como educadora de párvulos me motivó a escribir esta columna.

Los niños, las niñas y los adultos están muy atemorizados tratando de convivir en familia bajo la presión de una amenaza de muerte y enfermedad. Hoy día la casa no puede constituirse en un jardín infantil, ya que algunas instituciones envían   guías sin contexto, y en el caso de los niños de 5 a 6 años estos, deben completar páginas del libro enviado por el Mineduc, sin mediación alguna para provocar una motivación por aprender.  

El aprendizaje infantil requiere más que una guía para su efectividad, necesita afecto, pertinencia, contención y conversación de las experiencias previas frente a un determinado tema o contenido.

El niño y la niña aprenden jugando y hablando, el desarrollo del lenguaje es fuente del desarrollo cognitivo y viceversa, y, por tanto, desarrollo integral del ser humano. El niño y la niña a través del uso del lenguaje verbal expresa sus propias ideas, sentimientos, experiencias y fantasías, en situaciones y con distintas intenciones comunicativas, de esta forma va adecuando cada vez más los diversos mensajes que quiere expresar. Consecuentemente, apoyar a las familias en esta Pandemia es ayudarlos a iniciar conversaciones con sus hijos e hijas y a jugar con ellos con los elementos que están en sus casas, algunas familias lo harán con; legos, rompecabezas, pelotas, masas, pinturas, masillas, papeles de colores, utensilios de cocina, envases o preparando alimentos juntos, entre otros.



La mayoría de las familias proporcionan estas experiencias a sus hijos, hijas, pero muchas de ellas no pueden debido a sus condiciones de alta vulnerabilidad.

Ayer en la TV escuché a una familia que vive en un departamento de 40 metros cuadrados con 4 hijos y la madre decía, “¿qué tareas puedo hacer yo aquí?, ¡ninguna! yo dejo que mis hijos jueguen, muevan los pocos muebles que tengo, que jueguen a las casitas, a los bomberos”. Este niño o niña que transforma la única silla y el único sillón que tiene en su casa en un carro de bombero está desarrollando la imaginación y el lenguaje,luego aprenderá en el jardín infantil cuales son los implementos que viste un bombero y el nombre de sus diferentes carros, así ampliará su vocabulario a partir de una experiencia significativa y afectiva que tuvo en su casa. Preocuparse hoy por aumentar el vocabulario es tener equivocado el foco educativo y angustiar a las familias que se sienten culpables por no poder hacerlo.

Las familias más vulnerables están tratando de sobrevivir a la pobreza, a la cesantía, al stress de por ejemplo aprender a usar tarjetas bancarias para retirar sus bonos, entre otras cosas. Sin embargo, el Mineduc insiste en la aplicación del Currículum como foco central de apoyo a las familias.

Los niños y las niñas tienen mucho tiempo por delante para aprender contenidos específicos del currículo, hoy también están aprendiendo, cuando sus familias los acogen, cuidan, protegen y dan protección con rutinas para comer, dormir, jugar, ser amados, y tener experiencias de solidaridad, que les permitan el día de mañana, cuando vivan otras situaciones de catástrofe, por ejemplo, respetar a los funcionarios de salud y los empleados de supermercados.

Hoy es tiempo de desarrollar habilidades para la vida, como una base sólida del desarrollo humano, las experiencias de promoción más fundamentales en estas edades como el desarrollo de la creatividad, identidad y autonomía provienen del cuidado y la protección recibida de los padres, madres y la familia.

Quienes trabajamos con y por la infancia debemos cuidar el lenguaje público con el cual nos referimos a la enseñanza y aprendizaje infantil. El mismo documento mencionado al inicio de esta columna recomienda un Kit de las Prácticas Intransables, destinadas a Primer y Segundo Nivel de Transición (Pre kínder y Kínder) de las escuelas, que han adherido al Programa Leo primero, me pregunto ¿podemos hablar de intransables con los párvulos cuando sus aprendizajes están determinados al 100% por las características de su entorno y de las oportunidades que han tenido para desarrollarse?, solo transamos con los niños y niñas aquellas conductas que atentan contra la ciudadanía, el bienestar y la convivencia, el resto de los contenidos  específicos del currículo pueden esperar.

LA VIDA DE LOS NIÑOS Y NIÑAS ES HOY.

ELLOS Y ELLAS PREFIEREN JUGAR Y SABEN COMO HACERLO

En esta Pandemia, los párvulos no pierden tiempo: GANAN TIEMPO…¡¡Cuidemos El Lenguaje!! por Blanca Hermosilla Molina