Son más de 119 mil personas en la región de Los Lagos,  las que dedican su tiempo al comercio callejero.  De ellas, un 32% son mujeres jefas de hogar.

Avanzar por las calles del centro de Puerto Montt,  entre puestos improvisados, llenos de color y vida sin lugar a dudas, entrega la dosis necesaria de alegría a días que, a veces, resultan aplastantes en el gris y húmedo sur.  Mientras recorro calle Varas, no puedo dejar de pensar en aquellos días en que salir de paseo no representaba riesgo alguno.  Concluyo que esta crisis sanitaria se llevó consigo las esperanzas de quienes por generaciones han forjado su vida al compás de los vientos y la lluvia de la capital regional.

Katherine Fuentes es Presidenta de la Federación de Comerciantes Ambulantes, sector centro de Puerto Montt y ama su labor, reconoce que es sacrificado “pero es lo que elegimos, es lo que nos gusta, el oficio que de niña quise hacer y aquí nos quedaremos hasta cuando nosotros queramos. No cuando un gobierno o un alcalde decida” sentenció.

Mientras me conversa una mujer de mirada amable se acerca a revisar los jugosos pepinos que se exhiben sobre las cajas “a mil pesos casera” busca una bolsa y le entrega el producto.  La mujer se aleja y nosotras retomamos la
conversación.  La lluvia moja nuestro alrededor y la “Katy Fruta” nos habla de cómo es un día normal para una vendedora ambulante “el 80% de quienes componen la Federación somos mujeres.  Somos mamás, dueñas de casa, casi la mayoría somos padre y madre. Hacemos todas las pegas en una. Yo comienzo a las 7 de la mañana, pues voy a dejar a mi hijo al colegio, después me voy a la feria a comprar mercadería luego comienzo a armar y ya a las 9 estamos comenzando a vender.  Después voy a buscar a mi hijo y dejo encargado el puesto.  Luego bajó nuevamente y estoy hasta las 8 o 9 de la noche”  así transcurren los días.  No importa el coronavirus, ni la peste mayor que pueda suceder.  La pega continua, pues la urgencia de mantener a su núcleo familiar limita las posibilidades de resguardarse.  La veo sin mascarilla, sin guantes, expuesta a la humedad y el frío.  Mientras hablamos, se acerca un vendedor de colaciones.  Se trata de Patricio Osses, un joven padre de 6 hijos que pregona sus colaciones, recorriendo las calles céntricas de la capital regional.
El coronavirus le ha afectado sus ingresos diarios “de 60 almuerzos que antes vendía, hoy vuelvo a casa con 40 que no logré vender.  Yo creo que con las medidas que se están tomando, lo que tendremos el día de mañana es pobreza.  Yo mismo no se que voy hacer mañana”.  Su mirada se torna triste.  La voz se quiebra no sólo para él.  A mí también me afecta su relato.  “El gobierno dice quédese en su casa, pero yo no puedo.  Tengo 6 hijos que mantener, para mi más que preocupante es angustiante.  En la mañana lloramos con mi pareja porque
salimos con los sandwich y volvimos sin haber vendido nada.  Pero aquí estamos otra vez”
…no se que decirle.  La empatía me lleva a pensar en
sus hijos e hijas.  En la menor de ellas de tan solo 2 años, en su padre que mantiene la esperanza en que este virus no le quite sus sustento.  En el abandono en el que se encuentra.  En la desesperanza, en el fantasma del crecimiento y la modernidad ¿Dónde quedó?

Patricio entonces me muestra un billete de 2000, me mira a los ojos y declara “Los que vendemos en la calle no somos delincuentes ni personas ignorantes. Tenemos las cosas claras.  Nos están dando soluciones nefastas, esperando que el virus se haga buena persona.  Quiero mirar a las autoridades y preguntarles qué solución tienen para nosotros?  Han pensado en quienes salimos a buscarnos el pan día a día” señala Patricio mientras una persona se acerca a comprar una colación.  Lo veo y pienso en su pregunta.  No quiero creer que un grupo tan importante…no
sea visto.

De acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) el empleo informal representa un total de 119 mil personas en la región de Los Lagos.  De ese total, un 32% son mujeres Jefas de Hogar.  Jefa de Hogar como la señora Alicia.  Se preguntarán quien es ella…bueno mientras conversaba con Patricio observaba que una mujer cubierta con una mascarilla nos miraba desde la esquina de la calle.  Se trataba de Alicia Parra, dirigenta del Sindicato de vendedores/as del Persa Porvenir.  Se acercó a mi y en pocos minutos intentó contarme lo mal que lo estaban pasando “estamos con deudas y no vendemos nada.  Somos muchas mujeres de la tercera edad que estamos intentando sobrevivir ahí.  Debemos arriendo y estamos desesperadas” me indicó.

Me insistió que fuéramos a recorrer el Persa.  Saltando entre charcos y esquivando autos y paraguas llegamos hasta el lugar.  Se veían pocos locales abiertos.  Nadie comprando.  Se ven muchos rostros antiguos, de miradas cansadas y entumecidas.  Alicia me narra la historia de ellas.  Yo la escucho con detención.  Esta es parte de su historia “A nosotros nos entregaron en comodato este terreno en el año 1992.  Cuando Raúl Blanco era el alcalde.  Nosotros trabajamos en levantar esto, pues era un sitio sin piso, sin nada.  Hombres y mujeres codo a codo levantamos el Persa.  Después de unos años nos comenzaron a llegar los cobros de arriendo del señor Mossa” Me indica que partieron pagando 30 mil pesos por local y luego fue aumentando hasta llegar a los 250 mil pesos que se les cobra por local actualmente “Lo ideal es que en estos tiempos críticos haya una condonación o congelamiento del arriendo por parte de don Jacob Mossa.  Porque son 2 o 3 personas jóvenes pero el resto somos todos de la tercera edad” me indica.  Este recinto alberga 43 locales comerciales.  Hoy funcionan sólo 30 pues muchos han tenido que cerrar por la falta de ventas y el cobro mensual de arriendo que los aflige día a día.   “Nosotros tenemos que venir acá y seguir aunque se venda una pieza de ropa, pues tenemos que comer.  Yo por ejemplo, tengo hijos que alimentar.  Cuando vamos a la municipalidad a pedir ayuda nos dicen: ustedes no pues son independientes, pero me pregunto si ellos mismos nos pusieron acá” me indica sorprendida y angustiada. “Para las autoridades nosotros no existimos” sentencia.

Una lucha histórica

La lucha del comercio informal ha sido de larga data.  Muchas hojas de la historia
de Puerto Montt, deben contener parte de la vida de hombres y mujeres como las
que hoy traigo a este Reportaje.  Un Estudio Antropológico realizado por Paula Castro Neira concluye “La actividad del comercio ambulante es una tradición familiar…la mayor parte de las familias que los ejercen en Puerto Montt se iniciaron en este trabajo de niños, por una necesidad imperiosa: la sobrevivencia y la superación de la extrema pobreza…”

La Katty Fruta ya nos había adelantado de diversas acciones judiciales que van desde recursos de protección hasta una denuncia por discriminación presentada en el Juzgado de Letras en lo Civil de Puerto Montt en contra del Municipio, basándose en la Ley Zamudio “Somos 115 quienes componemos la Federación.  Los catastrados.  Hemos recibido un trato muy discriminatorio.  Nos han tratado de mafiosos, de prostituta a las mujeres. Ha sido muy duro todo” añade.

En conversación con elajitador.cl el señor Alcalde de la comuna de Puerto Montt, Gervoy Paredes nos contó respecto a la situación del comercio ambulante “Cuando se lanzan las medidas, yo vi que se menciona al comercio ambulante, por ejemplo a nivel nacional.  Nosotros estamos esperando, pues no tenemos mayor información de como va a ser la bajada de los recursos.  No sabemos si irá directamente o bien por medio de los Municipios.  Se retomará el tema del trabajo con ellos, con aquellos que están catastrados.  Dentro de esta semana sabremos que sucederá.  Ellos están muy complicados igual que todo el mundo” nos indica.

La conversación es por vía telefónica.  Lo sorprendí en tareas de sanitización en el sector de Mirasol, pero dentro de su ajetreada agenda se da unos minutos para
conversar.  “Estamos preparándonos para ver cómo bajará la ayuda” nos indica.

Le consulto si es posible que como autoridad comunal pudiera intermediar en el caso de quienes hoy deben enfrentar pagos de arriendos, como el ejemplo de la señora Alicia y sus compañeros y compañeras del Persa Porvenir

“Entiendo que algunos arrendatarios han bajado los valores del arriendo.  Hemos hecho un llamado a todos los empresarios, con lo que hemos conversado.  En general, lo que se le pide es que se
pongan la mano en el corazón. Pero nosotros solo somos de intermediarios.  Como por ejemplo, quienes arriendan en el
terminal de buses, pues no tienen para pagar el arriendo.  Como lo hacemos ahí pues con ellos tenemos un juicio, donde hay una concesión, es él quien debe ponerse la mano en el corazón.  Lo más probable que nos diga: yo no les cobro, pero ustedes no me cobre a mi. Y la pregunta es entonces de donde sacamos recursos.  Nosotros vivimos de las patentes, de lo que nos entregan los concesionarios y si no nos entregan recursos tampoco podemos ayudar al resto”
aclaró.

Me narra una serie de acciones que se realizan desde la Municipalidad y que han demandado un esfuerzo mayor.  Nos habla de la salud primaria.  De los cuidados en torno al manejo del stress y los tiempos de descanso que se dará a los y las trabajadores/as “El llamado es a la seremía (de Salud) a transparentar los datos la información y bajar los recursos.  Estas opiniones del Ministro Mañalich no ayudan mucho.  Decir por ejemplo estamos empezando y se viene lo peor y la pregunta es cómo estamos preparado para lo peor” nos señala.

Lo llevo al tema de la ordenanza, dando por hecho que la ordenanza era parte del pasado…me equivoqué “La ordenanza está vigente lo que pasa es que nosotros tenemos un recurso jurídico que se colocó por parte del comercio ambulante.
De algunos de ellos. Entonces hasta que la justicia dirima,  las cosas
están como están.  Hay un tema que me pedían desde la Intendencia, que como lo hacían con el comercio ambulante.  Yo la verdad es que hasta ahí quedó yo… Otro tema es que nosotros ya recibimos los 3 mil millones que faltaban para la intervención de calle varas.  Eso sigue tal como está.  Probablemente Entre Octubre y Noviembre comiencen los trabajos y por el sólo mérito de la construcción no va a poder haber gente allí”.

¿Y una especie de vega?

“Es que cuando uno propone algo a ellos no les gusta.  Es la única parte del país donde se les consulta si les gusta o no.  Teníamos conversaciones avanzadas con dos empresarios uno en calle varas, otro con tienda corona.  Teníamos avanzado eso y lo retomaremos cuando pase esta contingencia” concluye.

Nota: tratamos de contactar a Pasmar para tener su opinión, sin embargo, la búsqueda no dio resultados.

Vendedores ambulantes: ¿Quién podrá defendernos?

por Betty Boom